Migrantes hondureños lideran solicitudes de asilo en Tijuana

La ciudad fronteriza de Tijuana continúa siendo el principal punto de llegada de migrantes centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos, con hondureños encabezando las solicitudes. A pesar de la incertidumbre ante las políticas migratorias del presidente electo Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, familias como la de Keylin Cruz aseguran que no tienen otra opción debido a la creciente violencia y falta de oportunidades en sus países de origen.

Jorge Rivera Manzo, director de gestión de Atención de Grupos Migrantes del Gobierno del estado de Baja California, indicó que “la tendencia se ha mantenido en 2024, con hondureños a la cabeza de los solicitantes, seguidos por guatemaltecos, haitianos, salvadoreños y afganos”. Según Rivera Manzo, la mayoría de estos migrantes, aproximadamente el 70%, llega a Tijuana con citas de asilo ya programadas a través de la aplicación ‘CBP-One’.

Fuga forzada por la violencia y la pobreza

Keylin Cruz, migrante hondureña que espera en Tijuana con sus hijos para cruzar a Estados Unidos, relató las difíciles circunstancias que la obligaron a dejar su país. “Por la delincuencia, y a eso se sumó que mi casa se incendió accidentalmente. Hace un tiempo mataron a mi papá, mi hermano y a mi tía, y con todo esto me quedé en la calle”, contó Cruz a EFE, explicando que su única opción fue emprender el peligroso viaje hacia el norte.

Para muchos migrantes, la violencia se combina con una situación económica insostenible en Honduras, donde la extorsión a pequeños negocios es habitual. “Allá si se pone uno a trabajar, te cobran ‘impuesto’ (extorsión) y si son dos maras, hay que pagar dos impuestos. Con esa situación no se puede tener un negocio porque si no se paga el impuesto vienen, se arremeten o lo matan a uno”, explicó Cruz.

Impacto en madres y niños

El riesgo de violencia también afecta a los más jóvenes, y Cruz destacó que “allá hasta quieren reclutar a los niños más pequeños para que ya anden en la delincuencia, y es muy grave”. La migrante lamentó que el gobierno hondureño “no ha sido de mucha ayuda”, señalando que, en particular, las madres solteras enfrentan una lucha constante por encontrar empleo y seguridad para sus hijos.